En la búsqueda de información sobre los pasos a seguir después de una cirugía estética, es frecuente plantearse la pregunta: ¿cuánto se debe usar una faja después de someterse a un procedimiento estético quirúrgico? Estas prendas desempeñan un papel crucial en la recuperación al proporcionar soporte, compresión y moldeado en el área tratada. Aquí te daremos algunas recomendaciones para que no tengas inconvenientes con el tiempo de uso de tu faja y para que tengas una recuperación óptima.

El uso de una faja postoperatoria es esencial durante la etapa inicial de recuperación. Generalmente, se recomienda usarla de manera continua las primeras semanas después del procedimiento. Durante este período crítico, la faja brinda compresión que ayuda a reducir la inflamación, minimiza la formación de hematomas y facilita la circulación sanguínea. Además, la compresión también contribuye a la retracción de la piel y los tejidos, lo que resulta en un aspecto más tonificado y moldeado.

¿Qué beneficios ofrecen las fajas?

La duración exacta para usar una faja postoperatoria varía según el tipo de procedimiento y las recomendaciones específicas del cirujano. Con respecto a  cuántas horas se usa la faja,  pues en algunos casos, puede ser necesario utilizarla todo el día y la noche durante las primeras semanas, mientras que en otros casos, se puede recomendar su uso solo en el día y retirarla en la noche.

En la amplia serie de opciones de fajas disponibles, se encuentran las fajas de uso diario, las cuales se destacan por su versatilidad. Están diseñadas para ser utilizadas en la vida cotidiana con el objetivo de mejorar la postura, proporcionar soporte y realzar la figura de forma discreta. No están específicamente destinadas a la recuperación postoperatoria. Suelen estar confeccionadas con materiales elásticos y transpirables que se adaptan cómodamente al cuerpo. Su diseño se enfoca en brindar comodidad y soporte suave sin una compresión excesiva. Además, pueden tener cortes estratégicos y tecnologías de realce de figura. 

A diferencia de las anteriores, las fajas postoperatorias sí son prendas diseñadas especialmente para el periodo de recuperación tras un procedimiento estético. Su propósito principal es brindar compresión, estabilidad y soporte en el área tratada, ayudando a reducir la inflamación, minimizar el riesgo de complicaciones y acelerar la cicatrización. Están fabricadas con lycra de compresión de mediana a baja  y cuentan con cierres ajustables para permitir una precisión. Su diseño se centra en brindar una compresión adecuada y específica en el área tratada, ofreciendo soporte y estabilidad necesarios durante la recuperación. 

Ahora bien, ¿por cuánto se debe usar una faja después de un procedimiento estético? Ya sabemos que es fundamental seguir las instrucciones del cirujano y que puede variar según la operación que se haya realizado. Por eso, debes respetar las pautas de uso recomendadas para obtener los mejores resultados. 

Recordemos que además de la compresión, las fajas postoperatorias también ofrecen soporte en el área tratada, lo que ayuda a reducir la tensión y el estrés en los tejidos durante la recuperación. Esto es especialmente importante para procedimientos en los que se realiza una liposucción o se retiran grandes cantidades de piel, ya que la faja contribuye a mantener la forma deseada y promueve una recuperación más rápida y eficiente. 

Otro beneficio significativo de las fajas postoperatorias es su capacidad para mejorar la comodidad del paciente. Al proporcionar un ajuste seguro y personalizado, estas prendas ayudan a aliviar el malestar y brindan una sensación de estabilidad en el área tratada. Esto puede resultar especialmente útil durante las actividades diarias y el movimiento, permitiendo al paciente retomar sus rutinas habituales de manera más rápida y cómoda. Adicionalmente, las fajas están diseñadas para ser acompañadas por cualquier accesorio como lo son tablas, espumas, dispositivos urinarios entre otros.